lunes, 23 de enero de 2017

¿Te acuerdas de Branko Zebec?



- Es una pena no haberle visto jugar, pues de este futbolista se hablan maravillas. Branislav Zebec, apodado "Branko", fue un legendario defensor que principalmente actuaba por la banda izquierda. Decían de él que tenía una gran técnica, que era todo pundonor y nobleza sobre el césped. La elegancia no estaba reñida con la bravura cuando se trataba de Zebec, un grandioso jugador que honró a la desaparecida Yugoslavia entre los años cuarenta y sesenta... y eso solo como jugador.

Branko nació en Zagreb, perteneciente al antiguo Reino de Yugoslavia (17 de mayo 1929). Durante su etapa como futbolista defendió los colores de los dos clubes más grandes de Yugoslavia, el Partizan y el Estrella Roja. También jugó en Alemania, cuando el Alemannia Aachen estaba en pleno auge viviendo su etapa más gloriosa como equipo de la primera división alemana.

- Pero volvamos al principio. Branko Zebec se formó en varios clubes de su ciudad natal. Primero se entenó con el Građanski, después con Poštar Zagreb y de seguido pasó a formar parte del Lokomotiva, también de la actual capital de Croacia. Terminó de perfeccionar su formación con el Milicioner, lo que le llevaría a fichar por el Borac en 1945 como un futbolista ya hecho.
Tanto entrenamiento y tanta formación llevó a la construcción del futbolista perfecto. Zebec no era un defensa común, es posible que estemos hablando del futbolista más polivalente de todos los tiempos. Pese a que su posición ideal era la de lateral izquierdo, también se colocaba en defensa como central o líbero, aunque jugó numerosas ocasiones como centrocampista, extremo o delantero. Es por ello que Branko es considerado uno de los mejores jugadores de la historia en los Balcanes, y posiblemente uno de los más completos que el deporte rey nos pudo dar. A Zebec solo le faltó atreverse con la portería, algo que me consta que no probó como profesional. Se puede asegurar que este tipo no era corriente. Encima era rapidísimo e inteligente, sabía anticiparse a todas las jugadas con increíble facilidad. Insisto, una pena no haberlo visto jugar.

Continuemos con su etapa profesional. Después de seis años con el Borac de Zagreb, el talentoso defensor fichó por el Partizan de Belgrado en 1951. Allí se consagró como el gran futbolista que era. En lo que hoy en día es la actual Serbia, Branko Zebec se ganó la fama como jugador de fútbol, llegando a ganar títulos importantes con los clubes más importantes de Yugoslavia.
Con el Partizan conquistó tres Copas de Yugoslavia (1952, 1954 y 1957), y con el Estrella Roja ganó el campeonato nacional de 1960. Así fue como Zebec vivió sus años más dulces como futbolista, también disfrutados con su labor en la selección nacional.

En el Estrella Roja había jugado entre 1959 y 1961, y de ahí pasó a vivir su primera experiencia fuera de su país natal. Entonces ficha por el Alemannia Aachen, un equipo que por entonces disfrutaba de los mejores años de su historia. Zebec formó parte de la misma y disputó un total de 71 partidos en los que marcó cuatro goles. En 1965 cuelga las botas tras concluir su relación con el conjunto alemán.

Pero el fútbol no se acababa para Branko Zebec. Nada más retirarse decidió emprender una nueva carrera como entrenador, cogiendo las riendas del histórico Dinamo de Zagreb. A éste le siguieron muchos clubes más a los que Zebec dedicó su tiempo como míster: Bayern Munich, Stuttgart, Hajduk Split, Eintracht Braunschweig, Hamburger, Borussia Dortmund, Eintracht Frankfurt y Dinamo nuevamente, con el que dejó su larga carrera desde el banquillo.

Branko Zebec no solo dio clases sobre el terreno de juego, también fue un magnífico entrenador.

- No menos exitosa fue su experiencia internacional con Yugoslavia. En 1951 inicia sus andaduras con la selección nacional y participa en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, en los que con éxito alcanzaron la medalla de plata. También participó en el Mundial de Suiza 1954 y en el de Suecia 1958, por no olvidarnos de el subcampeonato de la Eurocopa de Francia 1960, en la que Zebec tuvo un papel muy destacado como capitán consagrado del equipo nacional yugoslavo.

Todos estos logros le convirtieron en un futbolista admirado por doquier, en ese típico jugador que todos los clubes querían tener. Su mejor momento a nivel de clubes fue interrumpido por la guerra, que es lo único que pudo obligarle a abandonar su país. Branislav Zebec falleció en Zagreb el 26 de septiembre de 1988.

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