¿Te acuerdas de Mario Carevic?

- Corpulento y potente centrocampista que realizó una completísima formación internacional con la selección de Croacia para después contar con tan solo una oportunidad en el equipo de mayores, algo que me sorprendió mucho en su día.
Mario Carevic era un jugador único, un "trabajador del fútbol" que pasó por muchos clubes extranjeros teniendo diferente fortuna. Jugó para Hajduk Split, Stuttgart, Lokeren e incluso probó suerte en países como Arabia Saudí o Israel. Tal vez la falta de estabilidad en un club fue lo que le perjudicó a la hora de progresar en el fútbol, porque condiciones no le faltaban.

Makarska es una bonita ciudad costera de Croacia del mar Adriático. Allí nació nuestro protagonista, el 29 de marzo de 1982. En Split tuvo sus primeras citas con el esférico antes de ingresar en las filas menores del Hajduk, uno de los clubes con más prestigio del país.

Carevic siempre me tuvo más pinta de delantero, puesto que tiene un físico imponente y poseía un especial talento para encontrar en gol. Sin embargo le hemos visto jugar como mediocampista, bien como mediocentro o en banda izquierda. Y es que como interior o extremo fue evolucionando como futbolista destacando por sus buenas condiciones.
Su velocidad y potencia ayudaba mucho a la hora de correr por el flanco. En esa posición hacía uso de sus magníficos movimientos, regates y desborde. Marcar goles y darlos era el punto fuerte de este jugador que rápidamente ascendió al primer equipo del Hajduk Split.

Durante diez años había ido escalando posiciones en las filas menores del conjunto dálmata hasta que en 1999 tendría la oportunidad de debutar en la máxima categoría croata y así ir ganándose la titularidad poco a poco.

A Mario no le costaría establecerse en el once titular del Hajduk. Durante sus cinco campañas ligado al club demostró una calidad innata y jugó más de cien partidos en los que firmó siete tantos. Cabe decir que gran parte de sus inicios actuó como centrocampista o volante.
En 2004 decidió salir del país para probar fortuna en Arabia Saudí. Fichó por el Al-Ittihad Jeddah pero apenas se puede decir mucho de su estancia allí. Tras una temporada abandonaría tierras asiáticas para aterrizar en Alemania.

El mediocampista croata firmó por el VfB Stuttgart. Tuvo la ocasión de conocer la Bundesliga alemana, pero solamente tendría seis apariciones, por lo que el club decidió delvolverlo al Hajduk, donde jugó cedido a lo largo del curso 2006\07.

Se desvinculó de la entidad germana para viajar a Bélgica e incorporarse al Lokeren. Allí pasó tres temporadas a muy buen nivel, llegando a creerse que sus evoluciones en la liga belga podrían devolverle la internacionalidad por Croacia, perdida en el año 2003.
Sin embargo siguió realizando un buen trabajo con el Lokeren y participó en 82 partidos de liga en los que sumó diez tantos. En 2010 no abandonaría Bélgica y ficharía por el KV Kortrijk, donde estuvo otras tres temporadas con una suerte dispar.

Durante su estancia en el Kortrijk jugó cedido para el Maccabi Petah Tikva en otra aventura exótica participando en la liga israelí. Sin mucho que contar durante aquella cesión, Carevic se fue a Eslovenia y finalizó su carrera jugando para el Krka, con el que colgó las botas en 2014.

Carevic en una de sus últimas apariciones con la selección Sub-21 de Croacia, tras debutar con la absoluta.

- Su trayectoria internacional es un tanto extraña. Mario Carevic jugó en varias categorías menores de la selección croata destacando como una de las mayores perlas del país. Entre 1998 y 2004 estuvo formándose pasando por las diferentes secciones, aunque tuvo su inesperado debut con el equipo de mayores cuando todavía se hallaba en el equipo Sub-21.

El 9 de febrero de 2003 participó en un partido amistoso frente a Macedonia que sorprendentemente acabó con empate a dos. Aquella fue su única aparición con el conjunto absoluto del combinado arlequinado, ya que posteriormente seguiría jugando para el equipo Sub-21 sin poder disfrutar de más minutos con la Croacia absoluta.

De cerca: Vance Sikov.

- Nació cuando Yugoslavia era un país aún sin quebrarse, en la ciudad macedonia de Kavadarci el 19 de julio de 1985. Se llama Vanče Šikov (Ванче Шиков en cirílico) y juega como defensa central. Es un muro, una mole de 1´94 cm de estatura que impone con solo verlo sobre el césped, un jugador que llegó al equipo nacional absoluto de Macedonia tras competir con el equipo Sub-21.
Es uno de los futbolistas más destacados de su selección, un fijo en el once desde 2007 que ya casi ha alcanzado las sesenta internacionalidades. Lo hemos podido ver en muchos partidos clasificatorios de cara a la Eurocopa y el Mundial.

Ya alcanzó la veteranía deportiva y ha jugado en numerosos clubes desde que salió del Tikves. Ha jugado en Grecia, Austria, Chipre, Ucrania y Azerbaiyán, entre otros países y lo ha hecho defendiendo la camiseta de clubes como el Olympiacos, Rabotnicki o Austria Viena.

Algunas veces se le ha podido ver jugar como centrocampista, ya que es un jugador que sirve para realizar muchas tareas en la contención del juego. Pero la posición en la que siempre ha destacado y en la que más se ha dado a conocer es en la de defensa central, demarcación en la que aprovecha muy bien su corpulencia para imponerse a sus rivales.
Pero no todo es físico en cuanto a este zaguero. Vance es un futbolista con muy buena presencia que sabe moverse por el campo. Tiene buen manejo del esférico y aprovecha su estatura para dominar el juego aéreo. En el área rival es una terrible amenaza.

Sus inicios los marca el Tikvesh, un modesto club de su ciudad natal del que saltó a la profesionalidad en 2002. Se había formado hasta destacar de manera sorprendente en la categoría de juvenil, y es por ello que no tardaría en debutar con el primer equipo, llegando a jugar dieciséis partidos en los que hizo su primer tanto.

Las maneras de Sikov fueron vistas desde Grecia, país al que llegaría en 2003 para fichar por el Skoda Xanthi. Allí estuvo tres temporadas haciéndose un hueco en la titularidad y completando 55 partidos en los que marcó dos goles.
Tuvo un breve regreso a Macedonia para jugar en el Pobeda Prilep, de donde pasó al Olympiacos para volver a jugar en la liga helena. Sin embargo careció de suerte y acabó jugando cedido en equipos como el Kerkyra y el Apollon Kalamarias, en los que sí tuvo protagonismo. En 2008 se desvinculó del Olympiacos.

Posteriormente no se fue muy lejos. Sikov se incorporó al Ethnikos Achna para jugar en la liga chipriota. Durante tres campañas mostró un gran nivel que le mantendría en la internacionalidad con la selección macedonia. Participó en 77 partidos de liga y anotó cuatro goles mostrando su mejor momento de forma.

Vance estuvo también tres años en Ucrania jugando para el Volyn Lutsk. Allí también supo mantenerse como un jugador destacado dentro de la zaga de este modesto equipo ucraniano, del que en 2014 se marcharía para jugar en el Austria Viena.
En la Bundesliga austriaca tampoco lo haría mal. Jugó 46 partidos y marcó dos dianas en sus dos años ligado a la escuadra vienesa. Posteriormente se marcharía a Azerbaiyán para jugar en el Neftchi Baku, donde estuvo media temporada.

El curso 2016\17 lo terminó jugando en su país. Sikov formó como titular en el Rabotnichki macedonio antes de sumergirse en una nueva aventura, jugar en Kazajistán para su equipo actual, el Tobol Kostanay.

Diego Costa trata de zafarse del marcaje de Sikov en un partido entre Macedonia y España. 

- Su experiencia internacional se divide en dos etapas: la que fue utilizado para partidos amistosos y la que ya entró de lleno en el equipo absoluto para convertirse en un jugador importante. Anteriormente ya había actuado para el equipo Sub-21 de Macedonia.

Sikov debutó el 11 de noviembre de 2005, en un partido amistoso frente a Iran, con resultado favorable a los macedonios por 1-2. Después jugó otro amistoso y hasta año y medio después no empezaría a jugar con mayor regularidad. Hasta el momento, el gigantesco zaguero ya acumula 58 internacionalidades y ha marcado cuatro tantos.

¿Te acuerdas de Josip Katalinski?

- Quizás su nombre traiga amargos recuerdos con sabor añejo a muchos aficionados de la selección española, pero también debemos recordar a uno de los mejores defensas yugoslavos de todos los tiempos que hizo algo más que apear a España en sus aspiraciones de participar en el Mundial de Alemania 1974. Se llamaba Josip Katalinski, aunque también era conocido como "Škija".

Vino al mundo en la antigua capital yugoslava de Sarajevo (2 de mayo de 1948), hoy en día capital de la república de Bosnia & Herzegovina. Comenzó a jugar al fútbol en un pequeño club llamado F.K. Igman con sede en Ilidža y perteneciente a un suburbio de Sarajevo.
En este modesto club estaría hasta 1964, momento en el que fuera visto por ojeadores del F.K. Željezničar, club que le ofrecería una completa formación dentro de su sistema juvenil. Katalinski aceptó la propuesta y tan solo permanecería un año en las secciones menores del conjunto de Grbavica, ya que su calidad insultaba a las categorías más modestas.

Josip no era un defensa cualquiera. Era un jugador muy ofensivo, algo que en aquella época era bastante novedoso, solo hombres como Beckenbauer jugaban así. El bosnio tomó buena nota del alemán a lo largo de su vida deportiva, lo que le hizo marcar bastantes goles.
Como zaguero era un tipo bravo, un defensa central muy rocoso, típico de aquella lejana década de los setenta. Tenía un cuerpo atlético, lo que le ayudaba a ganar muchas pujas, y por alto era muy eficaz, tanto en ataque como en la zona de retaguardia.

Así pues, su carrera profesional comenzaría con el Željezničar, con el que en cosa de un año debutaría en la liga yugoslava a los diecisiete años de edad. En poco tiempo ya era un jugador destacado en su país, ya que en 1972 se produciría su estreno internacional con la selección yugoslava.

Fue eternamente titular en su equipo, o al menos hasta que decidió abandonarlo en 1975. Hasta entonces participó en 550 partidos en los que demostró una sorprendente habilidad de cara el gol, pues en ese tiempo firmó más de cien dianas el zaguero balcánico.
Sus buenas acciones le llevaron a ser elegido "Mejor Futbolista Yugoslavo del Año" en 1974, y muchos clubes se interesarían por él visto el talento que derrochó sobre el campo en sus apariciones internacionales.

Katalinski quiso probar suerte en el extranjero y se marchó a Francia, algo que todavía no era tan normal por aquella época. En 1975 firmó un contrato que le uniría al OGC Nice durante los tres últimos años de su carrera.

Tuvo sus buenos inicios con el Nice. Škija participó en más de cien partidos de liga con este conjunto francés del que ya muchos ni se acuerdan. También dejó constancia de su huella goleadora en la liga francesa, ya que el bosnio hizo 28 goles durante su etapa en el fútbol extranjero hasta que en 1978 decidió colgar las botas.
El fin de su carrera lo marcaron las lesiones, razón por la que tuvo que retirarse demasiado joven, a los treinta años de edad. Después ejercería como entrenador y coordinador de jóvenes futbolistas, además de ejercer como vicepresidente de su querido F.K. Željezničar.

Josip Katalinski parecía invencible sobre el terreno de juego, pero una larga enfermedad le arrebataría el último partido de su vida el 9 de junio de 2011. En su honor, la Asociación de Fútbol bosnia celebra anualmente un torneo que lleva su nombre para así recordar a uno de los mejores zagueros bosnios de la historia.

Un gol de Katalinski metió a la selección de Yugoslavia en el Mundial de Alemania 1974.

- Se dice que Katalinski jugó para el equipo juvenil de Bosnia & Herzegovina antes de entrar a formar parte de la histórica selección de Yugoslavia. A ella se incorporó en 1972 para jugar en sus secciones menores y de seguido entrar a formar parte del equipo absoluto, con el que llegó a participar en 41 partidos en los que hizo diez goles.

Pero el gol más importante de su vida se lo hizo a la selección española el 13 de febrero de 1974 en el Waldstadion de Fráncfort. Aquél día anotaría el único gol del partido, el que clasificaría a Yugoslavia para el Mundial de Alemania de 1974 y dejaría fuera a los españoles. Fue un héroe nacional para el país balcánico y un eterno verdugo para la "Roja".

De cerca: Blaz Vrhovec.

- Sorprende ver como jugadores tan talentosos como este aún no hayan llegado a las ligas importantes de Europa, aunque lo cierto es que sí se ha preguntado por él desde otras entidades que se han fijado en sus evoluciones.
Blaz Vrhovec (Blaž Vrhoveć) es una de las promesas más firmes de su país. Tuvo una laboriosa preparación en clubes como el Svoboda, Slovan de Ljubljana o Interblock, para después convertirse en profesional y jugar oficialmente para clubes como el NK Celje o el Maribor. De momento no ha salido de Eslovenia para darse más a conocer.

Aún le queda mucho por hacer, pero de momento ya puede presumir de haber debutado con el equipo absoluto de la selección eslovena tras darse a conocer con las categorías inferiores. Vrhovec nació en la capital eslovena de Liubliana, el 20 de febrero de 1992.

Blaz es un futbolista muy completo. Se desempeña como centrocampista, normalmente de carácter defensivo. En tareas de contención cumple con elegancia, pero cuando se incorpora al ataque es un auténtico filón.
Es un excelente organizador, recuperador y tiene un potencial físico extraordinario. En su pie derecho tiene un guante, tanto para lanzar a puerta como para realizar pases medidos allá donde pone el ojo. Se mueve con mucha rapidez y su forma de tocar el balón nos puede hacer pensar en un jugador con tintes de crack. El tiempo dirá el resto...

En su ciudad natal empezó a jugar desde bien joven. Ingresó en las filas del Svoboda, conjunto en el que permaneció hasta los dieciséis años, momento en el que se marcharía a otro club destacado de la capital, el Slovan.

Después de un buen año en etapa juvenil, los dirigentes del Interblock se interesaron por la joven perla del Slovan, así que no tardarían en llevarse al jugador para darle su último año de formación, pasando a formar parte del equipo filial, y con el que participó durante la temporada 2010\11 de manera exitosa.
Vrhovec se ganó a pulso el estreno profesional. Primero debutó en un partido preliminar de la Europa League, y más tarde lo haría jugando sus primeros partidos de la liga eslovena, en los que el jugador llegó a convencer definitivamente.

El 11 de agosto de 2012 haría su primer gol oficial con el Interblock en un partido frente al Mura 05, y al término de la campaña 2011\12 completó grandes actuaciones en sus 25 apariciones ligueras, por lo que saldrían varios clubes interesados por el mediocampista.

Vrhovec se mudó de ciudad para fichar por el NK Celje, club con el que viviría sus mejores años entre 2012 y 2016. En esas cuatro temporadas se perfiló como una de las sorpresas del campeonato esloveno y se ganó el derecho a jugar para el equipo nacional absoluto, eso sí, en su último año de contrato.
Dejaría el Celje tras 111 partidos en los que marcó seis goles, confirmando así su gran estado de forma. Muchos equipos preguntarían por Blaz, aunque sería el NK Maribor el que se llevaría a la codiciada perla eslovena.

De momento acumula su segunda temporada con el Maribor, con el que en el pasado año conquistó el título de Liga cumpliendo con buenas actuaciones. Varios equipos extranjeros le pretenden, pero de momento se debe a la escuadra de Ljudski vrt.

En el mes de marzo de 2016, Blaz Vrhovec logró debutar con la selección de Eslovenia. 

- Desde su etapa juvenil, Blaz Vrhovec ha sabido trabajarse su papel internacional. Participó en diferentes torneos con todas las secciones menores de la selección de Eslovenia y completó unos registros de 25 partidos en los que convirtió dos goles. Sus actuaciones con el Celje serían decisivas para dar el salto al equipo absoluto.

El 23 de marzo de 2016 hizo su debut para el combinado principal esloveno, en un partido amistoso frente a Macedonia celebrado en Bonifika que acabó con 1-0 para los eslovenos. Hasta ahora ha tenido tres oportunidades más con los mayores, y aún queda mucho por ver de este talentoso centrocampista.

¿Te acuerdas de Muhamed Konjic?

- Siempre será recordado como el primer capitán de la selección de Bosnia & Herzegovina y nunca llegó a representar a la extinta selección de Yugoslavia. Es uno de los futbolistas que más partidos ha disputado para la joven selección balcánica, a la que ha capitaneado durante más de una década de su vida deportiva. Muhamed Konjić nació en la localidad bosnia de Tuzla, el 14 de mayo de 1970.

Era un central duro, corpulento, fuerte y entregado. Su forma de jugar no era muy elegante que digamos, pero actuaba con eficacia en cada jugada. A mi siempre me recordó al defensor inglés Vinnie Jones, tanto en lo físico, como en su forma de moverse... pero sobre todo por la dureza con la que se empleaba.
Podía actuar en cualquiera de los dos lados del centro de la zaga y lo hacía con maestría. Konjic aportaba una gran seguridad a sus compañeros de retaguardia, aunque a veces se animaba y buscaba gol en la meta contraria.

En su experiencia a nivel de clubes ha vivido de todo, desde jugar en tierras croatas hasta llegar a la liga francesa o la inglesa. Mónaco, Derby County y Coventry City han sido algunos de los clubes extranjeros que contaron con los servicios del muro bosnio, quien también jugó en equipos balcánicos como el Sloboda de Tuzla o el N.K. Zagreb.

Todavía existía Yugoslavia como nación cuando Muhamed destacaba en las ligas modestas con el Famos Hrasnica. A finales de los ochenta tuvo sus primeras oportunidades como profesional, aunque no duraría mucho debido a esa gran calidad que fue vista por los dirigentes del Sloboda Tuzla, que se hicieron con sus servicios en 1989.
Antes de que la insostenible situación balcánica acabase con la histórica competición yugoslava, el zaguero tuvo 21 apariciones ligueras con el equipo de su ciudad natal, del que se marcharía para aterrizar en la nueva Croacia para jugar en el Belišće.

Sus primeras actuaciones en la Prva HNL le llevaron a ser tentado por el N.K. Zagreb, con el que tendría tres temporadas de ensueño antes de abandonar el país vecino. Konjic jugó 63 partidos y marcó cinco goles antes de marcharse a Suiza.

Durante el curso 1996\97 jugó para el F.C. Zurich, del que posteriormente pasaría al Mónaco tras confirmar su magnífico rendimiento en la Superliga suiza. Su brillante figura internacional y el trabajo realizado hasta la fecha le abrió las puertas de la liga francesa.
Formó parte de un talentoso equipo entrenado por Jean Tigana. Durante dos años se ganó el respeto del Stade Louis II y jugó un total de 37 partidos en los que anotó dos goles. Konjic se marchó de Francia dejando grandes sensaciones que le llevarían a jugar en una de las ligas más grandes de Europa.

En Inglaterra nace "The Big Mo" (el gran Muhamed). Durante cinco campañas jugó para el Coventry City, donde el bosnio cuajó perfectamente y se ganó el cariño de los aficionados "Sky Blues". Debutó en la Premier League, una exigente liga en la que figuró como "Jugador del Año" en 2003.
Durante su larga estancia en West Midlands vivió grandes momentos figurando como uno de los mejores futbolistas de la plantilla, y por tanto uno de los mejores zagueros de la liga inglesa. Se fue del Coventry habiendo participado en 138 partidos en los que marcó cuatro tantos.

Las lesiones lastraron el final de su carrera. Konjic se fue al Derby County en 2004 y apenas tuvo protagonismo en el equipo por culpa de sus dolencias físicas, las que le llevaron a abandonar su deporte favorito en 2006 tras casi dos décadas de buen fútbol.

Konjic fue el primer capitán del equipo nacional de Bosnia, para el que jugó durante más de una década.

- Fue el primer capitán de la selección bosnia, aquella que oficialmente jugó su primer partido el 30 de noviembre de 1995. Aquel partido ante Albania se produjo sólo nueve días después de que el Acuerdo de Paz de Dayton pusiera fin al conflicto bosnio. Los albanos se impusieron ante los bosnios por 2-0.

Continuó ejerciendo como capitán hasta el momento que dejó de jugar al fútbol. Muhamed Konjic, "The Big Mo", tuvo 39 inolvidables apariciones con la selección de Bosnia, con la que además hizo tres tantos.