jueves, 15 de diciembre de 2016

El último mundial de Yugoslavia.



- Tal vez muchos se sigan acordando de la última aparición de Yugoslavia en un mundial de fútbol. Aún existían frentes abiertos y países como Eslovenia, Bosnia, Macedonia o Croacia ya habían conseguido su independencia. Solamente Montenegro y Serbia lucharían bajo el nombre de una Yugoslavia casi extinta, mientras que el Mundial de Francia 1998 estaba a la vuelta de la esquina.

La República Federal de Yugoslavia ya no podría contar con hombres de la talla de Suker, Prosinecki, Boban, Jarni o Boksic, pues éstos representarían a Croacia durante el importantísimo evento internacional. La última selección yugoslava quedaría encuadrada en un grupo clasificatorio para el mundial junto a España, República Checa, Eslovaquia, Islas Feroe y Malta. Los españoles quedarían clasificados como primeros, mientras los yugoslavos lo harían en segundo lugar. Así pues, todo listo para afrontar el último Mundial de Yugoslavia.

Stojkovic celebra un gol en el partido frente a Alemania.
- La lista del seleccionador Slobodan Santrač sería la siguiente: Kralj y Lekovic, porteros; Mirkovic, Djorovic, Djukic, Brnovic, Mihajlovic, Komljenovic y Saveljic, defensas; Jokanovic, Govedarica, Jugovic, Savicevic, Stojkovic, Drulovic, Petrovic, Stankovic y Stevic, centrocampistas; Mijatovic, Ognjenovic, Milosevic y Kovacevic, delanteros.
Yugoslavia quedó encuadrada en un complicado grupo junto a Alemania, Estados Unidos e Irán, el cual se realizó el 4 de diciembre de 1997 en Marsella.
Llegó el 10 de junio de 1998 y con ello el inicio de la Copa del Mundo de Francia con el partido inaugural entre la campeona Brasil y Escocia. Cuatro días después le tocaría el turno a Yugoslavia, que se enfrentaría a la Selección de Irán. En el Stade Geoffroy-Guichard de Saint-Étienne, con el peruano Alberto Tejada como juez de la contienda, los yugoslavos afrontaron su primer "round" , con un pírrico resultado de 1-0 para los balcánicos gracias al tanto de Sinisa Mihajlovic. Buen comienzo para los de Santrač, que comenzarían encabezando el grupo con la Alemania de Berti Vogts.

El siguiente enfrentamiento sería frente a la propia Alemania. Todo parecía indicar una victoria clara de Yugoslavia, que se había adelantado por medio de Predrag Mijatovic en el minuto trece de partido. En el noveno minuto de la segunda mitad, Dragan Stojkovic haría el 2-0, pero Alemania fue capaz de darle vuelta a la tortilla. A falta de apenas veinte minutos, Mihajlovic se hace un autogol que abriría la remontada de los germanos. En el minuto ochenta sería Bierhoff quien mantendría la misma puntuación en la fase de grupos. Empate a dos y a seguir soñando.

Yugoslavia ganaría también a Estados Unidos. Un solitario gol de Slobodan Komljenovic le concedería la victoria a los suyos, ante una selección norteamericana un tanto guerrera.
De esta manera, Alemania encabeza la tabla por golaverage y Yugoslavia ocupa el segundo lugar. Para los octavos de final habría que afrontar un difícil choque ante la Selección de Holanda, cuyo entrenador era Guus Hiddink.

En octavos saldría el último once de Yugoslavia: Kralj, Mirkovic, Djorovic, Jokanovic, Brnovic, Mihajlovic, Komljenovic, Jugovic, Stojkovic, Petrovic y Mijatovic. Por Holanda saldrían los siguientes: Van der Sar, Reiziger, Stam, F. De Boer, R. De Boer, Numan, Seedorf, Cocu, Davids, Bergkamp y Overmars. El colegiado español José María García Aranda sería testigo directo del último partido internacional de Yugoslavia.



- Dennis Bergkamp adelantaría a los neerlandeses, mientras que Komljenovic empataría en el tercer minuto del segundo tiempo. Aquel gol significaría "la última sonrisa de Yugoslavia".  Era una guerra sin cuartel. Los yugoslavos buscaban hacer goles a balón parado (su gran especialidad), mientras que los de Hiddink elaboraban un fúbol fluido pero insuficiente para superar a la defensa balcánica.
Sería Edgar Davids en el tiempo de descuento quien echaría por tierra el sueño yugoslavo. Final del partido, 2-1 para Holanda. Los rostros de los jugadores reflejaban la última derrota de un país que se desvanecía, al igual que el sueño de aquellos jugadores que se dividirían para formar filas en Serbia y Montenegro años después.

Eliminada en octavos, Yugoslavia diría adiós a su último Mundial, un evento en el que sus vecinos croatas quedaron como terceros tras derrotar a la propia Holanda por el tercer y cuarto puesto. Aquella fue "la venganza balcánica" de unos croatas que antaño formaban equipo junto a los últimos yugoslavos que defendieron a la extinta Yugoslavia en 1998. Ese fue su último Mundial de fútbol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

De cerca: Rade Krunic.

- Jugador ya curtido en mil batallas, internacional por la selección bosnia y con una amplia experiencia en la liga italiana. Aunque actualm...