- Fue el día en el que se mascaba la tragedia, el inicio de una guerra absurda que acabaría con la vida de millones de personas. Esa batalla pudo empezar el 13 de mayo de 1990, en el Estadio Maksimir de Zagreb (Yugoslavia por entonces, Croacia actualmente).
En principio era un día cualquiera, con el aliciente especial de que aquella tarde se enfrentaban Croacia Zagreb y Estrella Roja de Belgrado. Ese era el clásico yugoslavo, en el que miles de aficionados vibraban al enfrentarse contra su eterno rival. Pero ese día primaveral acabaría en tragedia, en una fecha que marcaría el inicio de la hecatombe balcánica.
La tensión se respiraba por las calles de Zagreb. A la actual capital croata llega un tren con 3.000 ultras nacionalistas serbios llamados "Delije" (héroes), y para recibirlos hostilmente esperan los "BBB" (Bad Blue Boys), quienes representan al Dinamo de Zagreb croata. Ambas aficiones serían las encargadas de propulsar la batalla horas antes de comenzar un partido transformado en batalla.
El croata Boban propina una patada a un agente bosnio. |
Ya dentro del estadio, los ultras del Red Star comenzaron a destrozar asientos, vallas de publicidad y todo lo que se les pusiera por delante. Cortinas de humo, causadas por las bengalas, invadirían el hervidero del Estadio de Maksimir, y el lío ya estaba montado. Las reyertas iniciadas fuera del campo se exageraron una vez dentro del mismo. Serbios y croatas empezaron a atacarse con asientos, puñales, vallas y todo lo que encontraban a su paso. Los jugadores, entrenadores, presidentes y demás comenzaban a ser testigos de una batalla campal inevitable.
Todo estaba dispuesto para la celebración de un partido que se iniciaría en caso de calmarse los nervios de ambas aficiones, aunque eso no llegaría a ocurrir. Por parte del Dinamo de Zagreb se hallaban futbolistas de la talla de Zvonimir Boban, Davor Suker, Drazen Ladic, Mladen Mladenovic o Alen Peternac. Por los serbios del Estrella Roja estaban los Robert Prosinecki, Vlada Stosic, Darko Pancev, Dejan Savicevic o Dragan Stojkovic. Ahí estaban futbolistas de uno y otro equipo, con mezclas de varias nacionalidades en sus respectivas plantillas y asombrados por lo que estaba ocurriendo en el Maksimir.
El furor se apoderó de todos. La policía serbia comenzó a actuar mediante disuasorias porras y gas lacrimógeno. La batalla entre ambas aficiones se trasladó al césped y todos acabaron a golpes, agentes, aficionados... e incluso futbolistas participaron en la reyerta. Ese fue el caso del croata Zvonimir Boban, que al ver como los antidisturbios aporreaban a un miembro de la BBB, éste salió en su ayuda lanzando una patada voladora contra un agente.
En medio del caos, varios jugadores del Dinamo de Zagreb todavía permanecían en el campo, mientras que los jugadores del Estrella Roja enfilaron rápidamente hacia el túnel de vestuarios. Las imágenes son sorprendentes, hasta los coches de bomberos entraron en esta absurda pelea que acabaría siendo noticia en muchos países. El campo ya no estaba invadido de futbolistas, si no de guerrilleros defendiendo sus ideales, fueran los que fueran.
Impresionante imagen de lo que se vivió aquella tarde en el Estadio de Maksimir. |
- La ira ya estaba desatada y los nervios sumados a la tensión acumulada provocaron destrozos por doquier. Hinchas y agentes heridos abandonan el terreno de juego con la ayuda de compañeros, mientras algunos siguen atizándose sin contemplaciones.
El estadio se fue vaciando, las inmediaciones también. Algunos testigos contaban atónitos lo ocurrido ante las cámaras de televisión, y alrededor se veían todo tipo de pruebas de lo que fue aquella "Guerra de Maksimir": armas, prendas, objetos destrozados, banderas quemadas... ese fue el principio del fin.
Lo que iba a ser un apasionante derbi de la Liga Yugoslava entre Croacia Zagreb y Red Star, acabó en una bochornosa batalla que derivó en una de las guerras más crueles de la historia. Miles de heridos que con el paso del tiempo derivaría en millones de muertes por una guerra que dividió un país. También el fútbol balcánico quedó dividido, puesto que la liga tocó a su fin en 1992. Aquel 13 de mayo de 1990 será siempre recordado como "la guerra del Estadio Maksimir".
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