- Le llamaban cariñosamente "Mikica Balerina" (Bailarina) por sus finos movimientos sobre los terrenos de juego. Era un jugador especial, un luchador nato y un gran compañero de vestuario para todos aquellos que compartieron cancha con él. De carácter bondadoso y de tamaño menudo, Milorad Arsenijevic (Милорад Арсенијевић) jugaba como mediocampista defensivo, aunque también pudo actuar de volante y extremo derecho a lo largo de su carrera.
A pesar de que nació en Smederevo (6 de junio de 1906), creció en la ciudad serbia de Sabac. Allí se había trasladado su familia porque su progenitor había encontrado un buen puesto de trabajo. Arsenijevic empezó a jugar al fútbol, deporte que se había puesto de moda en toda Serbia y que no se le daba nada mal.
Balerina ingresó en las filas del Sabac Mačve a los catorce años, en el que rápidamente se haría con un puesto titular. Una vez concluidos sus estudios se fue a vivir a Belgrado. Allí encontró su primer empleo y fue recomendado por un directivo del Mačve para que el joven Arsenijevic entrase en el BSK Beograd, por aquel entonces el mejor equipo de la capital serbia.
En este equipo coincidiría con otros grandes futbolistas: Marjanovic, Tirnanic y "Vampir" Mihajlovic, entre otros. Pero primero empezó en el segundo equipo hasta convencer para subir a la primera plantilla. Milorad reconvirtió entonces su posición, ya hasta el final de su carrera ocupó el puesto de mediocampista.
Dedicó toda su carrera deportiva a defender los intereses del BSK, convirtiéndose en un jugador muy querido que pronto alcanzaría su mayor fama como futbolista. Todo empieza cuando Arsenijevic fue citado para jugar con la selección de Yugoslavia.
Jugó con la selección yugoslava entre 1927 y 1936 y completó un registro de 52 partidos. Primero compitió con el equipo nacional en los Juegos Olímpicos de Amsterdam en 1928, y después formaría parte de la primera representación de Yugoslavia en una Copa del Mundo. Arsenijevic se ganó el derecho a representar a su país en el Mundial de Uruguay de 1930.
Sekulic, Tirnanic, Jaksic, Beck, Ivkovic, Marjanovic y otros grandes jugadores, todos ellos de origen serbio, representaron a una grandísima Yugoslavia que aterrizó en Montevideo para hacer un Mundial épico.
Primero se ganó a la imparable Brasil y después se goleó a Bolivia. Aquel equipo parecía una apisonadora, pero finalmente cayó ante la anfitriona Uruguay en un polémico partido que fue criticado por los medios de la época.
Arsenijevic junto a Tirnanic, Spasojevic, Ivkovic y Marjanovic (justo debajo de Balerina). |
- Aquella primera andadura mundialista de Yugoslavia fue llevada al cine por los cineastas Srđan Dragojević y Ranko Božić, en un doble film llamado "Montevideo, bog te video!" y "Montevideo, vidimo se!". Arsenijevic sale encarnado por el actor Aleksander Radojcic y en esta obra se puede ver un poco lo que supuso aquella Copa del Mundo.
Milorad siguió unido al fútbol como entrenador. Como clubes dirigió al Zeleznicar Belgrado, e internacionalmente entrenó a aquella Yugoslavia que en su día defendió como jugador. También se convirtió en profesor de electromecánica y después estuvo en la Facultad de Transporte. Durante este período escribió dos libros y varios artículos.
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