¿Te acuerdas de Tomislav Ivkovic?

- ¿Qué os puedo decir de él que ya no se sepa?. Portero legendario de la última Yugoslavia que se recuerda, aquel que nos acostumbramos a ver en cada partido, defendiendo los colores extinguidos de un país que dio mucha guerra a nivel de competición. Tomislav Ivkovic era el guardián perfecto, un tipo de casi metro noventa con mucha habilidad para detener balones. Seguridad bajo palos, orden, compromiso, fuerza, profesionalidad y mucho talento. Esas son algunas de las cualidades que describen a un portero inolvidable... y aún puedo quedarme corto.

Nació en Zagreb (Croacia), el 11 de agosto de 1960. Defendió los colores de clubes como el Dinamo de Zagreb, Estrella Roja, Sporting de Lisboa y Estrela Amadora, entre otros. Además, Ivkovic también es un viejo conocido de la Liga Española. pues a mediados de los noventa jugó para la Unión Deportiva Salamanca.

- Pero antes de vestir las camisetas de tantos clubes europeos, cabe decir que Ivkovic inició su carrera profesional jugando para N.K. Dinamo Zagreb a finales de los años setenta. En 1978 debuta con el primer equipo y fue ganándose la titularidad con paciencia y mucho esfuerzo. En el club de Zagreb estuvo cuatro temporadas en las que disputó un total de 53 partidos. Con plena juventud y unas ganas notables, el meta croata defendió por vez primera a la selección balcánica. Fue en los Juegos Mediterráneos de 1979 (Split 79), en los que consiguió la medalla de oro brillantemente.
Su siguiente destino fue el  Dinamo de Vinkovci, donde jugó parte de la campaña 1983\84. La otra mitad del curso la pasó como jugador del Estrella Roja, club del que fue jugador hasta 1985. No tardó en hacerse titular del conjunto de Belgrado, además de realizar unas magníficas intervenciones que le permitirían acudir a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984. Con la selección olímpica yugoslava conquistó el bronce, preludio de que Ivkovic acabaría jugando en el equipo absoluto tarde o temprano.

Sin irse muy lejos, Tomislav corrió su primera aventura en una liga extranjera. Sería como jugador del F.C. Wacker Innsbruck, al que llegó en 1985 para completar el ejercicio 1985\87. Sin moverse de Austria, este sensacional arquero jugaría en otros dos clubes de la Bundesliga menos conocida: con el Swarovski Tirol y Wiener Sport-Club.

Abandonaría territorio austriaco en 1988 para conocer la Jupiler League. Fichó por el Genk belga para pasar una breve estancia en la que participaría en catorce partidos.
Cruzaría España para jugar en la liga portuguesa como jugador de uno de los clubes más grandes del país vecino, el Sporting de Portugal. Gracias a su estancia en el equipo de Lisboa, Ivkovic llegó a convertirse en el principal portero de la selección de su país, algo que le haría darse a conocer por todo el mundo con su participación en el Mundial de Italia 1990. En cuatro temporadas como jugador del Sporting, Tomislav Ivkovic jugó un total de 133 partidos.

Siguió en tierras lusas jugando para Estoril. Vitória Setúbal y Os Belenenses, para después aterrizar en España e incorporarse en las filas de la U.D. Salamanca. Su paso por el conjunto charro no fue tan óptimo como se esperaba. Tan solo jugó seis partidos en la Segunda División española, siempre a la sombra de su compañero José Ignacio Aizpurúa. Una vez concluida la temporada 96\97, Ivkovic retornó a Portugal.

Sus últimas paradas las hizo para Estrela Amadora. En este equipo jugó 34 partidos de la liga lusa, abandonando el equipo una vez finalizado el curso 1997\98. Fue entonces cuando colgó los guantes para iniciar una nueva experiencia como entrenador, concluyendo así una maravillosa carrera como jugador de fútbol.

Ivkovic le llegó a parar dos penaltis a Diego Armando Maradona.

- Ya es muy conocida su experiencia como jugador internacional. Entre 1983 y 1991 jugó un total de 38 partidos (sin contar apariciones en Olimpiadas y otros eventos). En la Eurocopa de Francia 1984, Tomislav Ivkovic no tuvo un papel destacado, ya que fue el portero suplente de Zoran Simovic. En aquel campeonato tuvo una participación que fue para olvidar, ya que Yugoslavia salió derrotada por 5-0 ante Dinamarca.

En el Mundial de Italia 90 se dio más a conocer. Además de sus impresionantes intervenciones, Ivkovic le paró un penalti al mismísimo Maradona, en el choque de cuartos de final en el que la selección balcánica cayó eliminada ante Argentina. El dato curioso es que el meta yugoslavo ya le había detenido otro lanzamiento desde los once metros al astro argentino, en un partido de la Copa de la UEFA que enfrentó a Sporting de Portugal y Nápoles. Aquellos fueron los mejores años de uno de los últimos guardianes de Yugoslavia.