jueves, 23 de febrero de 2017

Montevideo, bog te video!



- Sigamos con el Mundial de Uruguay 1930. Como prometí el pasado jueves, hoy voy a analizar una película récord en las taquillas de los cines serbios (2010) que también se ha extendido a otros países... ¡os la recomiendo!. Es una pena no controlar del todo el idioma serbio para no perderse ni un detalle de este film, obra de Srđan Dragojević y Ranko Božić,... producida por Dejan Petrović. Aún así, los actores son tan expresivos que nos hará entender el guión en su mayor parte. Para lo demás existen los subtítulos.

En ella aparecen fantásticos actores representando a los personajes: Miloš Biković (como Aleksandar Tirnanić), Petar Strugar (como Blagoje "Moša" Marjanović), Viktor Savić (como Milutin Ivković), Predrag Vasić (Stanoje), Nebojša Ilić (Bosko Simonovic) y Vojin Ćetković (Mihajlo Andrejević), entre otros. También aparece otro gran actor serbio, uno de mis favoritos... Sergej Trifunović, quien representa al gobernador Načelnik Komatina.

- No hace falta explicar que se trata de un largometraje doble que está ambientado en la primera Copa del Mundo, se puede intuir solo con el título de la película: "Montevideo, vog te video" (en serbio), Montevideo, god bless you (versión inglesa) y Montevideo, Dios te bendiga (español).
La historia es narrada por Stanoje, un niño impedido que camina con la ayuda de una muleta de madera y que es un gran aficionado al fútbol. Él admira a Aleksandar Tirnanic, un habilidoso futbolista amateur que juega con el balón por las calles más arruinadas de la capital serbia de Belgrado (otrora capital yugoslava). Tirke, -como es apodado Tirnanovic- es descubierto entonces por Bosko Simonovic un arquitecto austro-húngaro que al alimón se dedicaba a entrenar jugadores por su afición al fútbol. Tirnanic acude al campo de entrenamiento del BSK de Belgrado para realizar unas pruebas. Allí se topa con los Arsenijevic, Vampir Mihajlovic y el que acabaría siendo su mejor amigo, Mosa Marjanovic. Tirnanic burla a todos los jugadores que le salen al paso, aunque su arrogancia con el balón no le había gustado nada a Marjanovic, quien le aconsejó a Mihailo Andrejevic que no era necesario para el BSK.

La película se mueve un poco entre amores, desamores, amistad y el honor de jugar al fútbol y cumplir los sueños. Tirke acaba siendo convencido por el propio Marjanovic, y juntos acaban formando un tándem muy peligroso para la delantera del BSK. Todo el pueblo felicita a Aleksandar, que en poco tiempo debutará profesionalmente en un partido contra el equipo rival de Belgrado, capitaneado por Milutin Ivkovic y en el que juegan otros valores como Djokic, Spasojevic y Sekulic.

Se celebra un partido intenso de principio a fin. A Ivkovic parece no caerle muy bien Tirke y durante todo el partido entran en absurdas peleas. Tirnanic es abofeteado por Ivkovic por burlarse a base de regates y filigranas que no llegaron a sentarle muy bien al capitán del NK Jugoslavija. Tras la agresión resultó expulsado y el BSK venció por 2-1 con un gol decisivo del joven Tirke.

La Federación propone formar una selección yugoslava que pudiera acudir a Uruguay para disputar el Mundial de 1930, y muchos jugadores de aquel vibrante partido formarían parte de la primera plantilla que representaría al país balcánico y que en su totalidad sería de hombres serbios, ya que los croatas se quedarían fuera por un boicot que no acabo de entender bien.
De esta manera, Mihailo Andrejevic dispone una lista en la que aparecen juntos Ivkovic, Marjanovic, Tirnanic, Arsenjevic, Jaksic, Vujadinovic, Sekulic, Mihajlovic, Djokic, Stevanovic y Spasojevic. A éstos se unirían tres hombres más de camino a Montevideo.

Los jugadores no acaban de acoplarse unos a otros. Los constantes rifi-rafes dan paso a peleas callejeras en los bares de Belgrado, por lo que todos los futbolistas acaban en el calabozo. Tras una bronca del gobernador Komatina, los jugadores bromearon y se unieron para formar una gran selección que daría mucho que hablar.

Imagen del combinado yugoslavo representado por los actores de "Montevideo, bog te video".

- Pero aún quedaría un último peldaño. Yugoslavia debería enfrentarse a Bulgaria para decidirse cual de las dos viajaría a Uruguay para participar en la Copa del Mundo. Los yugoslavos remontaron el adverso 1-0 y vencieron por 1-6 tras una charla de Simonovic en el vestuario, por lo que Yugoslavia se clasificaría para el Mundial. El final no pudo ser más feliz, con los jugadores formando unidos y toda la afición cantando el "Bože Pravde" (himno nacional serbio).

La película es realmente buena... magnífica diría yo. Solo hay que aclarar que hay partes que no son reales. Por ejemplo, aquel partido contra Bulgaria -jugado en abril de 1930- no fue para clasificarse de cara al Mundial, si no un choque correspondiente a la Copa de los Balcanes". Hay que aclarar que no existió Stanoje, el niño que narra la historia. Tampoco hay constancia de la existencia de "Radoje", la paloma blanca que acaricia una y otra vez el técnico Simonovic.
Insisto y vuelvo a recomendar esta película a todos aquellos aficionados al fútbol y, por supuesto, recomiendo la segunda entrega "Montevideo, vidimo se!" (nos vemos en Montevideo), de la cual hablaré la semana que viene.

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