lunes, 9 de abril de 2018

¿Te acuerdas de Dejan Savicevic?



- Uno de los últimos yugoslavos, jugador al que siempre admiré por ese talento natural que manaba de sus botas. Quizás por jugadores como Savicevic siempre admiré el fútbol balcánico, hombres como él han causado que yo decidiera escribir sobre jugadores de un país que se desvaneció para dar vida a otras selecciones de fútbol.

Dejan Savicevic (Дејан Савићевић) es del bando montenegrino, por raíces familiares y nacimiento. Él nació en la ciudad de Podgorica, también conocida como Titograd  (Montenegro), el 15 de septiembre de 1966.
Cumplió con su Servicio Militar yugoslavo entre 1988 y 1989, lo que le hizo perderse parte de una campaña en la que jugaba para el Estrella Roja. Los futbolistas eran unos privilegiados, y quizá por ello se libró de combatir en la Guerra de los Balcanes, que comenzaría poco después de acabar sus obligaciones con el ejército.

- Aún así no fue fácil su vida, así como tampoco lo fue para muchos otros compañeros de profesión. Pero como futbolista tuvo mucho éxito y para eso estamos aquí, para hablar de deporte.
Le recordamos por su brillante etapa como jugador de aquel Estrella Roja que se hizo con la Liga de Campeones en 1991, competición que también ganaría como jugador del AC Milan tres años después barriendo en el terreno de juego al Barcelona de Johan Cruyff. En la escuadra milanesa ya era toda una figura de fútbol mundial. En San Siro estuvo seis años antes de probar en la Bundesliga austriaca con el Rapid de Viena.
Su trayectoria internacional no se queda corta. Pese a que el siempre se mostró a favor de la independencia de Montenegro, representó a Yugoslavia y a aquella selección sucesora formada por serbios y montenegrinos. Con la vieja Yugoslavia conquistó la Copa del Mundo Juvenil en 1987, y posteriormente acudió a los Mundiales de Italia 90 y Francia 98.
Él "era Dios y las leyes no iban con él", como le explicó a unos agentes en Podgorica cuando le pararon por ir a gran velocidad. Claro, Savicevic tenía mucho carácter, pero por ello era todo un ganador. Poseía una gran técnica, era muy preciso en los lanzamientos de tiro libre e imaginaba un fútbol a la altura de los mayores cracks mundiales. Su forma de jugar era elegante, sencilla y muy eficaz. Pocos futbolistas me han sorprendido tanto como Dejan.

En los equipos menores del OFK Titograd se forjó aquella estrella llamada Dejan Savicevic, que a partir de 1981 sorprendería a muchos en Podgorica por su forma de jugar. A la par se entretenía jugando al futbito con sus amigos del barrio, dando vida a un equipo callejero llamado "Tehnohemija".

Aquel chaval de quince años no tardaría en convertirse en una de las mayores promesas del fútbol yugoslavo. Ya en 1983 ficharía por el Budućnost de Titograd, donde permanecería un lustro cumpliendo con 130 partidos en los que marcó 36 goles.
Su calidad fue captada por los directivos del Estrella Roja, que tras aquella participación en el Mundial Juvenil de Chile se incorporaría a la escuadra belgradense en 1988. Sus inicios fueron interrumpidos mientras cumplía con el Servicio Militar en la ciudad macedonia de Skopje, aunque recibiría permisos oficiales para poder seguir jugando con el club "Crveno-beli".

Savicevic acabó con sus obligaciones y siguió creciendo como futbolista. Pasó de ser una firme promesa a ganar la inolvidable Copa de Europa en 1991, a lo que habría que añadir tres títulos de Liga, una Copa de Yugoslavia y una Intercontinental.

En 1991 estuvo a punto de llevarse el Balón de Oro. Éste cayó en las manos del galo Jean Pierre Papin, mientras que el alemán Lothar Matthäus, su compatriota Darko Pančev y él compartieron el segundo puesto por el preciado premio.

El Milan no esperaría mucho para hacerse con los servicios del mediocampista, que en 1992 confirmaría su fichaje. A partir de entonces debutaría en la Liga Calcio y formaría una formidable pareja con el croata Zvonimir Boban.
Volvió a ganar la Liga de Campeones, esta vez como jugador milanista. También se hizo con tres títulos de la Serie A, una Supercopa italiana y la Supercopa de Europa. Finalizó su estancia en San Siro en 1998, dejando 20 goles en casi un centenar de partidos.

Retornó al Estrella Roja y allí jugó por poco tiempo para fichar después por el Rapid de Viena, donde estuvo dos años para colgar las botas en 2001. Savicevic dirigió como entrenador a la Selección de Serbia & Montenegro y también aceptó el cargo de presidente de la Federación de Fútbol Montenegrina.

Savicevic jugó para las dos Yugoslavias en los Mundiales de Italia 1990 y Francia 1998.


- Los primeros pasos de Dejan Savicevic como internacional fueron sorprendentes. Con una selección juvenil formada por hombres como Suker, Prosinecki, Boban y Mijatovic, entre otros, los jóvenes balcánicos se hicieron con el Mundial de Chile en 1987.

En total cumplió con 56 partidos y 19 goles con las selecciones de Yugoslavia y la sucesora, compuesta por serbomontenegrinos. Aquella muerta Yugoslavia no pudo participar en la Eurocopa de Suecia 92 pese a que había logrado la clasificación, así que Savicevic nunca pudo jugar en el torneo europeo. En cambio sí compitió en los Mundiales de Italia 90 y Francia 98, el último con la nueva selección de FR Yugoslavia.

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